No
sólo ya es primavera sino que, por fin, el tiempo acompaña. Ya
podemos abandonar los colores oscuros y los looks duros llenos de
pinchos y tachuelas que han triunfado este invierno y dejar paso a la
luminosidad. El blanco es el color estrella de la temporada y
protagonista principal en la renovación de nuestro armario. El color
blanco es una apuesta segura porque favorece y se puede lucir en
cualquier ocasión.
La
puntilla, el encaje y las transparecencias son uno de los must
de la primavera. Los looks vintage y romanticos son un acierto
absoluto. No hay nada más fresco y moderno que ir toda de blanco
durante la temporada de primavera-verano.
Esta
tendencia también se extiende a los complementos. Lo último para
este verano son los bolsos confeccionados a mano de ganchillo. Muy
frescos y juveniles ideales para combinar con unos jeans.
Y
para las más clásicas, no dudéis en utilizar un traje de chaqueta
y pantalón en vuestras ocasiones favoritas. Es otro lo de los
imprescindibles que no pasan de moda, ¡No os equivocaréis nunca!.
